0 (Pseudo)Primavera Árabe

Mapa de la PseudoPrimavera Árabe
La situación en los llamados países árabes o de oriente próximo y oriente medio nunca se ha caracterizado por ser especialmente estable. Sin embargo, en los últimos tiempos hemos asistido a cambios descritos por los medios de comunicación como "Primavera Árabe". Nos presentan la llamada "Primavera Árabe" como un conjunto de revoluciones en los países islámicos contra los regímenes dictatoriales establecidos y contra la represión de los dirigentes de cada país. Obviamente es todo una gran mentira.

En primer lugar ningún movimiento, por muy respetable que sea ha sido una revolución real, puesto que una revolución implica por definición un cambio radical en todos los ámbitos con respecto a la situación anterior que cuente con el apoyo de la mayor parte del pueblo. El ejemplo que más se podría acercar a una revolución es Egipto, ya que el dictador ha sido derrocado, sin embargo el ejército continúa reprimiendo a la población en el mismísimo centro del país. Por lo tanto, lo sucedido en Egipto no es una revolución sino un movimiento del ejército para lavar la cara del régimen del país de cara a la opinión internacional, por otra parte fácilmente sobornable. Ahora Egipto no es una dictadura, pero tampoco es una democracia como proclama alegremente el Glorioso Imperio de Norte América, sino una pseudocracia más. Atendiendo a lo ocurrido en otros países, en Marruecos se ha suavizado el régimen, pero su transformación no es más que una serie de concesiones para frenar la revolución. En Túnez no se ha conseguido prácticamente ningún avance y el Sahara continúa bajo el yugo marroquí (Marruecos compra a Europa con tratados comerciales y pesqueros). Por último, lo ocurrido en Libia no es sino una guerra civil que comenzó con una insurrección apoyada por el Glorioso Imperio de Norte América para controlar el petróleo de la zona. En Libia, el argumento de la OTAN de que el objetivo de la invasión era el establecimiento de una democracia no se sostiene, puesto que los rebeldes portaban y portan banderas monárquicas.
Rebeldes libios exibiendo la bandera monárquica
Actualmente Siria se encuentra en guerra civil, y los medios actúan de forma totalmente parcial volcando su apoyo totalmente hacia el bando rebelde con noticias totalmente sesgadas. Con esto no quiero decir que el régimen sirio sea digno de confianza, sino que el bando rebelde tampoco lo es. Por otra parte todos los intentos de sanciones de la ONU sobre Siria han sido vetados por China y Rusia. La actitud de estos dos países es propiciada únicamente por intereses económicos, y por lo tanto, demagógica. El otro extremo, la posición de la ONU es cínica, puesto que solamente criticó los despóticos gobiernos dictatoriales de los llamados países islámicos una vez que su relación con el Glorioso Imperio de Norte América se hubiera deteriorado.
Corán en llamas
Además la situación se tensa cada vez más en Irán, país que ve negado el uso de energía nuclear para fines no bélicos por parte del Glorioso Imperio de Norte América, fabricante ejemplar de bombas nucleares. El intento de demonización de Irán así como de presentar al Imperio como el ángel de la democracia fracasa poco a poco a medida que los soldados imperiales cometen atrocidades contra la cultura islámica en Afganistán (como el asesinato de inocentes civiles o la quema de ejemplares del Corán) y sus aliados los judíos, que nada han aprendido de la Segunda Guerra Mundial cometen con los palestinos atrocidades y crímenes de guerra tal y como Hitler comenzó sus políticas belicistas en el pasado. Debemos por tanto aprender del pasado y analizar la historia para evitar caer en los mismos errores así como desconfiar en la medida de lo posible de unos medios sesgados que sostienen este grotesco mundo regido por las pseudocracias occidentales.

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